
Disuelve tu huella
en las espinas del sol,
y subraya tu tacto.
Permite que estas líneas
asciendan por tus lunas,
albergándose en tu manto.
Sigilo.
Es mi voz la que enmudece
aquietando las montañas,
quien te invita con sus manos blandas,
a despojarte de tu cáscara.