domingo, 25 de julio de 2010

Arbórea



El color del aire

se palpa frágil

y anónimo

en la silueta del mundo.


Dentro de mi cuerpo,

caen pétalos de fuego

como un árbol

que desnuda sus hojas

en mis manos.


Amanecen mis alas,

y el incendio de la sangre

es el mantra que me circula.


3 comentarios:

  1. divine! aunque me perdi demasiado en mi sueño como para perderme ahora en esta poesía... (L)
    me sacaste a la chica de espalda, desnuda..que vuelva! jaja
    abrazo colorido!

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  2. Da gusto encontrar poesía que no se limita a hablar de amor...Tu poesía habla de ti, del mundo, de la belleza y de todo en si...Te sigo con gusto,con la esperanza de que no nos limite el silencio de los convencionalismos social/virtual(es). Saludos

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